sábado, 20 de noviembre de 2010

Maltrato a los profesores

Hace diez años María Teresa Álvarez trabajaba en un colegio municipal. Estaba dando clases a un tercero básico cuando una alumna, la misma de siempre, se puso de pie y comenzó a correr por la sala preparándose para salir de ella cuando el resto de sus compañeros estaba en clases. Como era rutinario, la profesora salía a buscarla al pasillo y la tomaba de la mano para entrarla. Pero ella se resistía, le gritaba y la insultaba. Un día, la alumna perdió el control y mientras se tiraba al suelo le lanzó patadas a la profesora lastimándole sus piernas. Fue el primero de los casos que protagonizó María Teresa. El año pasado, el episodio volvió a repetirse con una colega. Un alumno le quería pegar a una compañera, tomó unas tijeras puntiagudas y comenzaron a forcejar. Para evitar que se lastimaran, la profesora intercedió pero el alumno de sexto la empujó y cayó al suelo. Él comenzó a apretarle la mano con la tijera y la profesora se quejaba de dolor. Mientras María Teresa intentaba abrirle la mano para que soltara la tijera, el alumno aprovecho que tenía libre el resto de su cuerpo y la pateó fuertemente, dejándola nuevamente llena de moretones. Y su colega que debido a repetidos episodios de maltrato decidió cambiarse de establecimiento educacional, encuentra hoy en tratamiento psicológico y ha presentado durante el año más de tres licencias por depresión sintiendo un gran rechazo por su trabajo. Todavía recuerda cómo el muchacho la insultaba y le gritaba “lo único que quiero es que te mueras”.

La violencia escolar no sólo ha aumentado con el maltrato entre los alumnos más conocido como bullying. Según las cifras entregadas por el Colegio de Profesores, el Departamento Jurídico actualmente recibe entre dos y tres denuncias semanales por maltrato a los profesores, más del doble de las contabilizadas el año pasado que alcanzó las 15 denuncias. Cantidad que los profesores creen que aumentará, pues durante los últimos tres meses de clases los alumnos y apoderados se vuelven más agresivos, principalmente porque se enfrentan a la situación académica que viven sus hijos y por el estrés acumulado durante el año.

Para combatir esta situación, el pasado 15 de octubre durante la celebración del día del profesor, el ministro de Educación Joaquín Lavín anunció en el Colegio de Profesores una indicación a la Ley sobre Violencia Escolar más conocida como antibullying, que se espera que esté aprobada antes del próximo inicio de clases. El párrafo agregado a la ley que ya fue enviado al Parlamento, establece las reprimendas a los alumnos que agredan a un profesor. “Hay toda una escala que va desde amonestación, llamar al alumno, llamar al apoderado hasta suspensión de clases, no renovación de matrícula y expulsión inmediata. La sanción específica a aplicar, va a corresponder a los consejos escolares, según lo establece el proyecto de ley”, señaló el ministro. Además, agregó que el maltrato a un profesor no es un caso más de bullying, sino que tiene una especial gravedad ya que los profesores son la autoridad de la sala de clase. Jaime Gajardo, el reelecto presidente del Colegio de Profesores, declaró que valora el anuncio del Ministro, pero que para erradicar de forma definitiva la violencia en las salas de clases, se deben generar políticas educacionales que prevengan y no sólo promover castigos y sanciones. “Las acciones que se toman con los alumnos si no están acompañadas por una parte formativa y una campaña nacional sobre el respeto, son medidas de parche. Necesitamos un cambio de fondo que marque los principios valóricos que queremos entregarle a nuestros alumnos. La expulsión es la peor solución, deberían integrarse a otros establecimientos y aun así la conducta podría continuar, dijo Luis Madariaga, dirigente a cargo del departamento jurídico del Colegio de profesores.

Esto no significa que hasta ahora los profesores estuvieran desprotegidos. Todos los establecimientos subvencionados deben contar y dar a conocer un reglamento interno que rija las relaciones entre él, los alumnos, los padres y apoderados. En teoría se deben definir los pasos y sanciones a seguir en situaciones conflictivas. Sin embargo, en general esto no se cumple. Para combatir esta situación, una cláusula señala que todo lo que no esté contemplado en el reglamento se tomará acuerdo en el consejo de profesores de cada colegio, una instancia de carácter consultivo integrado por el personal directivo, el técnico pedagógico y docente, en el cual se determinan entre otros aspectos, la situación de los alumnos conflictivos.

Aunque cada comunidad tiene el derecho a definir sus propias normas de convivencia de acuerdo a los valores expresados en su proyecto educativo, hay comunas en las cuales la corporación de educación municipal está definiendo lineamientos generales como es el caso de Maipú y Pudahuel. “Yo creo que tenemos un problema de criterios. Para un profesor puede ser una falta de respeto que los alumnos se paren sin pedir permiso y para otros no. Por lo tanto, no se trata de pedir que el Ministerio de Educación se haga cargo de estos temas conductuales, porque cada establecimiento tiene un proyecto educativo propio que se ajusta con la realidad de los alumnos, sino de acordar al menos en el colegio los límites en las relaciones”, dijo María Teresa Avilés, directora del Colegio Vicente Reyes Palazuelos de Maipú.

En general los manuales de convivencia, más conocidos como reglamentos internos, no contemplan específicamente la sanción en caso de agresión, sin embargo, el profesor está protegido por la Ley 18834. El artículo 84 señala que los funcionarios tendrán derecho a ser defendidos y a exigir que la institución a la que pertenezcan persiga la responsabilidad civil y criminal de las personas que atenten contra su vida o su integridad corporal, ya sea por el desempeño de sus funciones, o que los injurien o calumnien en cualquier forma.

“Te voy a matar”

No era la primera vez que Manuel Sáez, profesor del Colegio Vicente Reyes de Maipú, escuchaba una amenaza tan explícita del alumno de séptimo, pero nunca antes no se había sentido tan vulnerable. No le parecía bien que el mismo joven que antes había amenazado al profesor de enlaces y a él con esperarlo a la salida de clases y golpearlo, ahora quisiera causarle un daño aún menor. El alumno había llegado al colegio el año anterior con problemas conductuales de los cuales se resaltaba la falta de respeto constante a los profesores y una amenaza con un cuchillo a un docente que detonó el cambio de establecimiento. Como la situación se estaba repitiendo, se le recomendó al apoderado -que al principio se negaba a aceptar la situación- que buscara un establecimiento especial para sus necesidades ya que el colegio, aunque contaba con apoyo psicológico, no estaba capacitado para responder de la manera necesaria por la alta demanda de estos servicios.

Sin embargo, el alumno quedó repitiendo. El colegio debió asumir la situación, y aceptarlo nuevamente para este año académico -pues como se asumió en la mesa de convivencia escolar realizada en 2001, se apoyó terminar con la expulsión o no renovación de matrícula por repitencia o mal rendimiento-, con un compromiso de cambio de conducta que nunca se cumplió. No entraba a clases, no escuchaba a los profesores y los amenazaba delante de todo el curso, conducta que sus compañeros comenzaron a imitar distrayéndose de las clases. Terminando el primer semestre, el profesor decidió terminar con la situación y siguió el procedimiento habitual. En primer lugar, avisó de la situación a dirección. Pero los procedimientos se habían agotado. Habían citado innumerables veces al apoderado y éste había dejado de asistir. La suspensión también se había considerado y como la hoja de vida del alumno pesaba, el profesor consideró que era mejor prevenir y puso la denuncia en Carabineros, por lo cual el alumno fue detenido y trasladado a una Unidad de menores de carabineros, donde fue puesto a disposición del Juzgado de Garantía y entregado a sus tutores legales. “La amenaza de muerte es un delito y los menores son responsables a los 14 años. Por lo tanto, se debe decretar medidas cautelares que protejan un bien mayor, como la vida de este profesor, para ello se pretende sacar al agresor y disminuir el riesgo”, dijo el carabinero que asumió el procedimiento.

Aunque la Fiscalía determinó que el alumno debía mantenerse alejado y se le prohibió acercarse por una semana al colegio situación respaldada por el consejo de profesores del establecimiento, la Corporación de Educación Municipal de Maipú (CODEDUC) determinó que el alumno debía continuar sus estudios, ya que el Estado debe asegurar la educación y generar políticas orientadas a disminuir la deserción escolar, mejorar la calidad y garantizar el respeto a los derechos de los estudiantes y sus familias en los establecimientos educacionales. Se acordó que el alumno asistiría todos los lunes para que una profesora le entregara pruebas y trabajos que él debe responder para aprobar el curso. Ella no ejerce como docente, pero es la única que ha accedido a recibirlo, pues varios docentes y auxiliares le temen al joven. Y aunque no han tenido problemas, sólo ha ido 4 veces desde que hicieron el acuerdo y ha llegado incluso con olor a trago.

Esta modalidad de trabajo se repite en varias comunas dado que la expulsión es considerada una medida extrema, excepcionalísima y última, legítima sólo cuando se comprueba que la situación implica un riesgo real y actual para algún miembro de la comunidad que finalmente en la práctica no se aplica.

Sin embargo, no siempre es el establecimiento el lugar donde el alumno retira el material educativo aunque continúe como el responsable de recopilarlo. A veces, las corporaciones municipales participan e incluso cuentan con profesionales para le brinden apoyo psicológico al alumno y al profesor. De esta manera, el alumno debería asistir semanalmente para ir al ritmo del resto de sus compañeros enfrentando con una gran desventaja, la falta de un profesional capacitado con el cual consultar sus dudas. “Hay un gran vacío, ¿quién ayuda al niño? Es necesario trabajar con él y buscar las causas de su violencia. Medidas represivas hay muchas pero es el colegio el que debe hacerse cargo de su educación. El niño está en su derecho a aprender a responsabilizarse de sí mismo y el aprendizaje esencial es a tener deberes. Cambiarlos de colegio es una mala medida, los estigmatiza y finalmente no son capaces de autoresponsabilizarse por sus hechos, terminarán pensando que si repiten su conducta los cambiarán de establecimiento y nada más pasará. Es un problema de fondo, una crisis de la sociedad donde los niños sólo son el reflejo de su entorno social donde ha tenido que aprender a expresar sus necesidades a través de la violencia. Estamos más preocupados por reprimirlos que por escuchar lo que hay detrás de estas manifestaciones”, dijo José Latorre, psicólogo de la Usach y especialista en violencia, intervención social en crisis, mediación, promoción de cultura y buen trato.

¿A cerrar la boca?

En general los profesores se sienten desprotegidos y poco apoyados, incluso por la dirección del colegio. “Los alumnos no te respetan. Te hacen gestos, te empujan o simplemente no obedecen. Están rompiendo una planta y uno les dice que eso no hace. Es un constante desafío entre los profesores y los alumnos. Ellos están demasiado protegidos. En cambio el profesor como es el mayor y es supuestamente el que tiene el poder en la mano, suele ser acusado de abuso. Mientras los alumnos se burlan, te desafían, te escupen, te hacen desprecios, te empujan, se arrancan de la sala y te tiran el pelo cuando pasas entre ellos”, dijo María Teresa Álvarez.

Cuando estas situaciones ocurren, el resto del curso se asusta y se queda callado. “Los alumnos pequeños son solidarios contigo, te preguntan si necesitas que vayan a buscar al inspector. Cuando son más grandes no se interesan, a veces incluso apoyan la conducta de su compañero”, dijo Jessica Reyes, profesora de educación básica. Sin embargo, las clases deben continuar aunque generalmente los alumnos aprovechan la instancia y comienzan a comentar las agresiones de las que ellos han sido víctimas y se opta por un recreo. A veces, los profesores ni siquiera pueden tomarse una pausa para asimilar la situación. Y otras prefieren no hacerlo, por miedo y vergüenza. Donde la denuncia parece un procedimiento agotador que sólo revive la situación vivida sin solucionarla realmente. Hay una sensación generalizada de que simplemente se debe aceptar esta realidad como parte de la convivencia y que quejarse implica aceptar que el profesor no cumple con el perfil del colegio, en especial cuando son en sectores de riesgo, con problemas familiares maltrato, violencia, abuso, alumnos que están acostumbrados a un ambiente donde se trafica drogas y hay mucha delincuencia. “Producto de una agresión se genera un temor y miedo permanente. Hay dos víctimas, el niño es una víctima de sus propias acciones violentas aunque sea el agresor y el profesor es víctima de la acción directa que ejerce el niño sobre él. Necesita mucho apoyo y contención. Sin embargo, los colegios no contemplan esta situación y los docentes se deben tratar en forma particular”, dijo José Latorre, psicólogo de la Usach.

El presidente del Colegio de Profesores se refirió al maltrato sufrido por los profesores y declaró que la municipalidad de Pudahuel habría instruido a los directores a no denunciar estas situaciones. Sin embargo, los directores se reunieron y sacaron una declaración pública donde dan a conocer que están molestos con las declaraciones de Gajardo porque está usando estos temas de otra manera y que la situación no corresponde a la realidad de Pudahuel. “Nosotros no hemos dado ningún instructivo a no denunciar, al contrario. Estamos abiertos a denunciar cualquier abuso deshonesto. Tenemos un el equipo de apoyo escolar de la corporación, integrado por seis psicólogos y asistentes sociales con los que vemos la situación. Si la agresión es grave, se cautela el tema médico y psicológico y apoyamos las denuncias que el profesor tiene que hacer a la fiscalía. Sólo ha habido dos agresiones a profesores durante este año. Pero ninguna ha salido a la luz pública porque hemos resuelto los problemas. Nosotros no estamos por echarle tierra a los temas. Lo que hemos dicho que hay que cuidar el tema. Creemos que los medios de comunicación no los resuelven, sirven para informar pero se trata de seguir los procedimientos establecidos por ley. Se va a estigmatizar un colegio y un alumno, lo que es muy distinto a que nosotros no queramos que la denuncia no se haga”, aclaró dijo Ricardo Guzmán, director comunal de educación.

Sin embargo, se debe reconocer el número de las denuncias es menor a los casos de maltratos reales. Pues como se ha señalado, son pocos los que deciden denunciar.

Concentración del maltrato

Se cree que el maltrato se da más en la educación pública. Según Luis Madariaga, dirigente a cargo del departamento jurídico del Colegio de profesores, esto se explica “porque es este sector donde se ha estigmatizado más al profesorado. En la educación particular subvencionada seleccionan a los alumnos y el que le ha pegado a un profesor seguramente no va estudiar”.

Sin embargo, el maltrato a los profesores no es una realidad aislada de los establecimientos particulares subvencionados o particular pagado. Al contrario, está tan presente como en los colegios municipales. Por ejemplo, el Colegio Santa María de los Andes de Renca, particular subvencionado, ha tenido varios casos de maltrato. Aunque no todas las instancias se informan a la dirección quedan consignadas en los libros de clases con anotaciones negativas o reuniones con los apoderados, pero no se ha realizado ninguna denuncia aunque se ha tomado medidas drásticas como las de sólo evaluar semanalmente a alumnos que han amenazado a los profesores, como ocurrió con una alumna de séptimo que llegó a mediados de semestre. Pero el maltrato no sólo es psicológico, un estudiante del mismo curso golpeó en la cara a una profesora cuando ella le insistió que bajara del mástil de la bandera porque se podía caer. Llamaron al apoderado y lo suspendieron, informándole que si la situación se repetía acudirían a carabineros. “Hemos tenido que tomar medidas porque además de las agresiones físicas y las descalificaciones influyen de mala manera en los alumnos”, dijo Mónica Araya, directora del establecimiento.

No sólo de trata de maltrato y amenazas, también hay destrucción de la propiedad privada. Los profesores deben enfrentar y pagar de manera particular agresiones a sus vehículos, incluso cuando se identifica a los alumnos que les rompen los vidrios o los neumáticos.

jueves, 14 de octubre de 2010

Perfil Sebastián Badilla




-Hace tiempo quería conocerlos. La verdad es que Ortiz está bien complicado este año. No está nada de bien -dice un director de colegio que conversa en un patio con los padres del alumno Andrés Ortiz-. Mucho cine parece.


-Andrés, escucha, es lo mismo que te digo yo -dice la mujer con el ceño fruncido. El gordo estudiante de lentes negros los mira con atención agachando un poco la cabeza.

-Y está en situación de repitencia por el cine -agrega firmemente el director, el personaje interpretado por Felipe Avello se burla del alumno durante todo el cortometraje “Repitente” por su físico y su gran pasión-. A todos nos gusta el cine, está bien como una actividad paralelas pero él lo está tomando como una profesión cuando esto es un hobbies, esto es un hobbies que se ha transformado en una obsesión.


“Repitente” es la historia de Diego Ortiz, un alumno que está a punto de repetir por tercera vez en un establecimiento cuyo nombre es encubierto con un pitido pero que termina claramente con “de Ercilla”. Al principio, el cortometraje advierte que está basado en hechos reales pero finaliza asegurando que cualquier semejanza con la realidad no es más que mera coincidencia. Aunque no lo es. Ortiz es el reflejo exagerado de la experiencia propia de Sebastián Badilla, más conocido como Sebadilla, un joven cineasta, director, actor y productor.

Este cortometraje es el trabajo que más lo identifica, según su hermano Gonzalo. “Yo creo que al Seba lo marcó haber repetido en el colegio. Y por lo mismo, escribió una historia para ‘vengarse’ de cierta manera”, agregó el estudiante de publicidad. Y aunque dicen que la venganza nunca es buena, ésta tuvo sabor a éxito. A sus 16 años y sin esperarlo, el cortometraje llegó al Festival de Cannes, para participar en la muestra Short Film Corner 2008, donde productores y distribuidores sacan ideas para realizar obras mayores. El Cine Arte Alameda, donde Badilla ha estrenado varios de sus trabajos, y su productora Gitano Films apoyaron la exhibición del cortometraje. Ese año fueron sólo dos cintas chilenas las que participaron en el festival, la obra de Badilla y “Pejesapo”. “Yo no estuve en la selección oficial, pero fue muy bonito que algo en la vida me dijera que ese era mi camino. Fue lo que motivó a mis padres a no golpearme por mucho tiempo por haber repetido de curso”, dijo Sebastián Badilla. Aunque según su hermano, en ese momento él no tenía muy claro que quería dedicarse en serio al cine. Así que sus padres, ambos empresarios, no tomaron muy bien la repitencia pues lo habían intentado todo, incluso ponerle profesores particulares en todos los ramos con los cuales Sebastián debía pasar tardes de tortuoso estudio. A él nunca le gustó el colegio y académicamente no le iba bien, a diferencia de sus hermanos mayores Gonzalo y Macarena, por lo cual sus padres presentían que su desinterés en los estudios lo harían desempeñarse en una carrera poco convencional.

El colegio marcó a Sebastián y su relación con las mujeres porque estudiaba en un establecimiento marista sólo para hombres, el Instituto Alonso de Ercilla. Con un gran rechazo, siempre sintió que no pertenecía a la sociedad en sí, que era un bichito raro y sin pretenderlo se volvió menos sociable, aunque reconoce que eso le ha permitido dedicarse completamente al trabajo. “El Alonso de Ercilla era muy penca porque si no quieres ser abogado, ingeniero o médico te hacen la vida imposible. Todo era muy cuadrado. Yo rompía el esquema. El gordido, pálido, de lentes que no juega a la pelota y que quiere ser cineasta, simplemente era como pa’ matarlo”, dijo Sebastián.

Aunque le da cierta envidia, tampoco siente que era ni es parte de la juventud. Sebastián no fuma ni bebe, apenas ha ido a fiestas porque se aburre. Los viernes se acuesta a las nueve y prefiere ver una película o leer un libro. Antes de salir a carretear prefiere tomar un helado, ir al cine en la tarde y terminar temprano, porque le parece que la noche es peligrosa pero ideal para aprovechar el silencio y escribir.

Le cerró la puerta a ser un adolescente normal en su primera fiesta del colegio. Se sorprendió con la invitación y salió a comprar con su mamá una camisa nueva para ir, pero terminó decepcionado por la lucha de comida que se desató. Todos estaban tomando y a los 14 años se curaban muy fácilmente. Aunque la mayoría se ensució, a Sebastián le afectó mucho más. Quizás porque en el fondo era más sensible. A veces se dice a sí mismo qué ganas de haber vivido esas cosas, de haber pololeado, haberse graduado, de haber vivido el último día de clases o hacer una fiesta el fin de semana sin padres en la casa. Pero Sebastián cree que finalmente esto le sirvió porque toda esa envidia sana que sintió es lo que plasma en sus vídeos. Y ahora, poco queda de ese gordito que sufría en el colegio, aunque todavía la comida es su placer culpable, en especial la chatarra y los kuchen con mucha azúcar. Gracias al apoyo de sus padres, Sebastián Badilla terminó la semana pasada el cuarto medio en el centro de estudios para artistas y deportistas Athletic Study Center, colegio del que han salido Marcelo Ríos, Nicole Perrot y algunos integrantes de Kudai. El colegio creado en 1989, propone un programa de estudios flexible para que los alumnos puedan entrenar, practicar, ensayar y competir.

El joven que cumple 19 años el próximo lunes comenzó a realizar cortometrajes a los 14 años. Aunque partió como el actor más frecuente de los vídeos de Gonzalo, que solían ser versiones propias de películas de terror. Usando una cámara que pertenecía a su hermano, siguió sus pasos haciendo partícipe a toda su familia de los papeles protagónicos, aunque los primeros actores de Sebastián fueron sus figuras coleccionables y las que él mismo hacía con plastilina.

Pero la cámara de Gonzalo que era antigua y grande se echó a perder en noviembre y los padres de Sebastián le regalaron una nueva para navidad. Él decidió seguir grabando y presentó a su familia el primer cortometraje que grabó. Arriesgó la cámara y grabó a su abuela mientras se bañaba sin que ella se diera cuenta. Al ver las imágenes, la familia completa se rió, incluso su abuela. Sin embargo, después de la broma su mamá mostró su enojo, lo retó diciéndole que esas cosas no se hacían y lo obligó a borrar frente a ella el vídeo. Desde ese momento, Sebastián pensó que si no podía filmar sus perversiones tendría que contar historias para filmar las cosas divertidas que quería. Entonces tomó otro camino y descubrió que realmente le gustaba hacer, la comedia.

Ese año arrendó todas las películas posibles, en especial de terror y comedia, pues su fascinación por el cine fue despertando sus ansias por conocer y confirmar su estilo de trabajo ligado a los cortometrajes. Aunque le costó partir, Sebastián descubrió que por mucha trayectoria que tengan a los actores les gusta actuar y él podía ofrecerles trabajar en cosas más novedosas y con más libertad para improvisar. Su enganche era presentarles un buen guión y grabar en poco tiempo, así consiguió a figuras reconocidas como Fernando Larraín, Alejandra Fosalba y Fernando Godoy, entre otros. “Cuando empecé no había facebook ni twitter pero quería contactar a Eduardo Ravani de Jappening con Ja para hacer ‘Rescate Express’. Así que agarré la guía telefónica y llamé número por número hasta que lo conseguí. Entonces le dije que era un niño y que quería grabar con corto con él. Yo creo que ya no hay excusas, si uno quiere hacer algo sólo debe esforzarse un poco, no hay una fórmula secreta más que las ganas y una buena historia”, dijo Sebastián.

El autor de los cortometrajes “Sicodélica Fortuna”, “Virginidad Sangrienta”, “Repitente 2” y la serie “Avello por siempre” ha sido comparado muchas veces Nicolás López, director al que considera un cineasta consolidado que ha sido un aporte al cine chileno. “Pero siento que me comparen con él solamente porque soy gordo, uso lentes y partí chico, es como si en Estados Unidos compararan a Michael Moore con Guillermo del Toro, el primero hace documentales políticos y segundo cine fantástico”, dijo.

Escribir historias, vivirlas, armarlas y estrenarlas es una labor multifacética que disfruta a fondo Sebastián pues no puede ni quiere imaginarse dedicándose sólo a una cosa. Tampoco quiere estudiar cine, al menos no en Chile ni por cuatro años en el extranjero porque piensa que la carrera universitaria sirve más para quienes no tienen experiencia. Le gusta actuar en sus creaciones pero no es actor, a menos que le guste el personaje, como ocurrió con Gordón en “Mitos y Leyendas”. En la película basada en el juego de estrategias y cartas, el director José Luis Guridi le dio absoluta libertad para improvisar y la oportunidad para conocer un grupo con el cual terminaron formando un equipo de trabajo y lazos de amistad. “Sebadilla es muy talentoso, tiene una capacidad innata de comunicar y un magnetismo tremendo. Yo he trabajado con muchísimos actores, modelos y no modelos haciendo comerciales. He tenido una gran gama de gente para dirigir y sé que él es un gran actor. Súper responsable, metódico, mateo. Siempre se me olvida que tiene 18 años porque es muy maduro”, dijo José Luis Guridi.

Cada día Sebastián es más reconocido, en especial en las redes sociales, pero tiene pocos amigos. En general las relaciones que ha formado con personas mayores porque, según cuentan sus cercanos, él mismo es muy maduro. Pero aún conserva a un amigo del Instituto Alonso de Ercilla. Iñaki o Francois es un verdadero partner que ha acompañado desde el principio en sus ‘frikuras’. El muchacho de cejas pobladas fue el actor más frecuente de Badilla. Y hasta hoy sigue presente e incluso filmó el making off de la película. “Sebastián es súper buen amigo. Creo que le juega en contra su egocentrismo, porque tiende a pensar en él primero. Pero si alguien le pide un favor es súper entregado y responsable. Es de pocos amigos, pero los cuida bien”, dijo Tamy Palma, amiga de Sebastián.

Las personas que han trabajado con él destacan su interés, madurez y profesionalismo. Sin embargo, parece que Sebastián es bastante inseguro. Según su hermano, necesita que aprueben constantemente su trabajo y a veces le cuesta creer que van a salir adelante, en especial cuando en un día no han conseguido nada. Pero Gonzalo lo tranquiliza pues está seguro de que podrán sortear cualquier dificultad que tengan.

Como a Sebastián le gusta trabajar con gente que le caiga bien, le propuso a Guridi dirigir “El limpiapiscinas”. La cinta comenzó como un cortometraje pero al considerar la participación de reconocidos actores incluso en papeles secundarios, en plena preproducción el equipo decidió transformarla en largometraje y Sebastián se encerró un mes para alargar el guión. Ambos comparten una visión parecida y Badilla reconoce en el director la sensibilidad, la genialidad y el training que ha adquirido en veinte años trabajando en publicidad.

Aunque Sebastián ya había tenido una productora llamada Obesos Film, fue con Bufonada que se encaminó seriamente en el cine. El año pasado, le propuso a su hermano Gonzalo el proyecto y juntos formaron una productora destinada a producir y asesorar largometrajes, cortometrajes, proyectos televisivos y para internet. Ellos pensaban que la película los probaría y les daría la experiencia que necesitaban para tocar puertas que antes estaban cerradas. Sebastián escribió pensando en que la película fuera fácil de filmar, tiene cinco locaciones y son prácticamente ocho actores los que protagonizan la historia. Dennise Rosenthal encarna a Nicole, una joven de la cual el personaje de Sebastián Badilla se enamorará pero con la cual no tiene ninguna posibilidad, pues está pololeando con Justin Piege que interpreta a Felipe. “Lo demás son puros diálogos, pura comedia, situación y pura emoción”, afirma Sebastián.

Como muchas de las historias de Sebastián, “El Limpiapiscinas” es su vida. Él tiene una complicidad con los perdedores, los que nunca se quedan con la mina. Se llenó de la pena que significa ser rechazado por amor. Le gusta reflejar a los perdedores porque siente que el mundo está lleno de ellos, de los que se caen, se tropiezan, los que se conforman. “Siempre fui el nerd del curso, ser gordito te hace fácil ese papel. Y con el ganador me refiero al típico rubio que se queda con la chica de los sueños y ni se esfuerza por tenerla”, dijo Sebastián.

La película se encuentra en post producción y se espera que en marzo llegue a varios cines el estreno. “El Limpiapiscinas nos identifica a Bufonada en sí, porque el mensaje que entrega que hay que trabajar y no rendirte para cumplir tus sueños. Sin quererlo, nos identifica a los dos y la productora en sí. Puede sonar demasiado utópico, pero queremos hacer avanzar el cine, es un sueño que compartimos con Sebastián. No hablamos cabeza de pescao’, nos creemos el cuento y que de verdad vamos a llegar lejos. Tenemos una conexión donde yo creo en él y él cree en mí”, dijo Gonzalo.

Además de la película, Bufonada produjo el vídeo clip “Las horas”, de Denisse Rosenthal y esta semana se concretó la producción de “El nuevo” tras ganar los fondos del Consejo Nacional de Televisión. Esta serie de TVN también la dirige José Luis Guridi y Sebastián tiene un papel secundario.

“En el fondo siempre se dijo que en realidad la única gracia de Sebastián era ser gordo. Creo que está dando otra impresión. Ya no es que sea gordo, tenga 17 años y haga bien su trabajo. El cabro chico ya no es tan cabro chico. Él sigue haciendo cosas, continúa impresionando, le está yendo bien y yo creo que le irá mejor”, dijo Tamy Palma, amiga de Sebastián.

sábado, 2 de octubre de 2010

Implementación de la tarjeta Junaeb

“Disculpa, ¿acá se puede pagar con la tarjeta Junaeb?”, pregunta una estudiante universitaria a una cajera de un Líder. Ella extrañada le responde que no sabe qué es eso y el joven empaquetador le explica que ahora los tickets restaurant que entregaba Junaeb serán reemplazados por una tarjeta. Él saca la suya y se la muestra mientras le dice a la estudiante que puede comprar en Unimarc, Santa Isabel y Erbi, supermercados afiliados al beneficio.

A partir del primero de agosto, los alumnos de la Región Metropolitana beneficiados por la Beca de Alimentación Educación Superior (BAES) se despidieron de los tickets restaurant y recibieron una tarjeta electrónica que se carga mensualmente con $26.000. Este subsidio para la alimentación se realiza diez veces durante el año académico considerando un gasto diario de $1.300, a excepción de la Región de Magallanes, donde el monto es 1.400 pesos.

El beneficio que pertenece al Programa de Alimentación Escolar (PAE) es entregado por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) y está dirigido a los alumnos de los dos primeros quintiles que representan al 40 por ciento de la población nacional con menor ingreso per cápita del hogar, es decir, un monto igual o inferior a $90.067. Los estudiantes no postulan a este beneficio, es complementario a siete becas de arancel entregadas por el Ministerio de Educación (Mineduc) como la de Excelencia Académica, Puntaje PSU o Beca Nuevo Milenio y al Crédito Solidario o con Aval del Estado.

Los rumores sobre la supuesta llegada de una tarjeta que reemplazaría a los tickets restaurant llevaban años circulando por las instituciones de educación. Aunque el sistema se implementó como piloto el 2007 en San Felipe y el 2008 en Puerto Montt, sólo este año se extendió al resto del país. En octubre se integrarán O’Higgins, Valparaíso y Biobío, las tres regiones que faltan.

El principal incentivo para la implementación de este nuevo sistema fueron las denuncias que hicieron los medios de comunicación y los alumnos sobre el mal uso del beneficio. Pues a pesar de las prohibiciones impuestas sobre el canje de alcohol, cigarros y medicamentos se detectaron irregularidades a nivel nacional desde 2008 que exigieron un sistema de fiscalización más efectivo. La tarjeta permite saber quién está comprando qué, dónde y a qué hora. “El cambio no sólo tiene que ver con la tarjeta. El consumo de alcohol ha desperfilado el canje por alimentación alejándose del objetivo principal que es apoyar la educación superior en la alimentación sana de los alumnos”, dijo Lorena Osorio, Jefa del Programa de Alimentación de Junaeb.

Junaeb externaliza el servicio y trabaja con dos operadores: Sodexho, la pionera en el sistema de la tarjeta electrónica y Edenred, conocida hasta junio pasado como Accor Services y que cambió de nombre debido a la separación del grupo entre hostelería y servicios prepago. Estas empresas son las encargadas de entregar la tarjeta a las entidades de educación superior, hacer los convenios y fiscalizar a los puntos de canje, sean restaurant o supermercados. “Detectamos que la situación se daba porque había locales donde se vendía sólo alcohol o papas fritas. Los operadores usaban la misma red para todos sus servicios. Junaeb necesitaba la creación de una exclusiva para tener el control real de un sistema en el que no hubiera venta de alcohol y que la alimentación entregada fuera sana. Cambiar a una tarjeta no era suficiente, también debía hacerlo la orientación del programa para ayudar a la nutrición del alumno”, dijo Hernán Salgado, Director Nacional de la Región Metropolitana de Junaeb.

En el Informe de la Comisión de Salud sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad se destacó el importante aumento del sobrepeso y la obesidad. Ésta es la enfermedad crónica más frecuente y transversal en la población chilena. El auge de la comida rápida, concentrado en las grandes ciudades, es un factor desencadenante de la enfermedad, pues su composición nutricional -alta en grasas saturadas y baja en fibra dietética- y un alto consumo pueden favorecer el aumento excesivo de peso y el desarrollo de algunas de enfermedades crónicas no transmisibles que suelen acompañarla, como la hipertensión arterial o la diabetes mellitus tipo 2.

Junaeb exigió a los puntos de canje que ofrecieran tres menús saludables: uno casero, otro vegeteriano y para las embarazadas uno reforzado en calcio con algún aporte extra como yogurt o quesillo. Por lo cual, todos los locales que no fueran capaces de proporcionar un plato de este tipo no pueden participar en el beneficio. Esto explica que los comercios que venden solamente completos no acepten la tarjeta Junaeb. “No es para imponer a los estudiantes que coman lo que nosotros queramos, se trata de ir generando hábitos de consumo alimenticios a largo plazo”, dijo la Jefa del Programa de Alimentación de Junaeb.

No se trata del costo de la máquina de Multicaja, sino de los nuevos requisitos que tiene el sistema. Sin embargo, hay casinos que han subido su tarifa basándose en el cambio del sistema como ocurrió momentáneamente en la facultad de Ingeniería Forestal de la Universidad de Chile, Campus Antumapu. “Los primeros días se aprovecharon y subieron a 1.360 el almuerzo. Así no alcanza para los virtuales 20 días que asistes a la universidad. Aunque bajó, ahora nos imponen el menú”, dijo Juan Pablo Villegas, alumno de la institución.

Fijar el precio de los menús no es un requisito, pero Junaeb premiará acreditando a los locales cuando cumplen con los menús saludables y el precio fijado en $1.300. La Multicaja requiere un depósito inicial de $50.000 que se recupera con la comisión y cuya mantención mensual es 0,5UF ($10.677) y que permite la carga de teléfonos celulares.

Incluso locales que son reconocidos por su oferta en comida rápida se han preparado. Por ejemplo, Doggis, donde se concentra el mayor número de canjes de la capital, ahora ofrece públicamente su menú Junaeb. Sin embargo, este local es uno de los pocos que lo hacen. “El menú está disponible, pero no necesariamente promocionado porque no es una exigencia. Si el alumno lo pide y no hay, puede hacer un reclamo a través del teléfono o por mail por incumplimiento de contrato”, explicó el Director Nacional de la capital.

Además, durante los próximos meses se implementará el Programa de Atención Integral al Estudiante que considera visitas de especialistas para evaluar el estado nutricional de los becados y una intervención en las instituciones con ferias educativas que promocionen la alimentación sana y las actividades deportivas. También se harán sorteos de notebooks mensuales y premiaciones con platos de comida saludable a quienes la prefieran.

Una de las quejas más recurrentes de los alumnos ha sido justamente la evidente disminución en la cobertura del beneficio. Según las cifras oficiales de Junaeb, son 2.600 locales con cobertura en todo el país. Cada operador debe asegurar una cantidad mínima de puntos de canje. En el caso de la Región Metropolitana son alrededor de 1.100, que al sumarlos no superan los 1.500 porque muchos se repiten entre Sodexho y Endered. El problema es que cuando no es así, el alumno no puede hacer uso del beneficio y sólo al tener este problema se entera de qué empresa provee su tarjeta.

Karla Concha es alumna de Técnico en Odontología del Inacap, tiene el beneficio y está conforme con la mayoría de los cambios. A las dos semanas de recibir tu tarjeta fue a comprar al Unimarc que está en Alameda, buscó lo que quería comer y cuando quiso pagar la cajera le dijo que no podía porque en ese momento sólo tenían habilitado el sistema para Sodexho y su tarjeta es de Endered. “Creo que existe poca publicidad en los locales. En la página ves miles de lugares, pero cuando tú vas pasando a veces ni siquiera está el sticker de ticket electrónico, que es diferente a de Sodexho y al de los tickets de antes”, dijo Karla. Al respecto, se debe aclarar que son pocos los comercios en que ocurre esto. “Nosotros (Edenred) no debemos tener la misma red, Sodehxo puede tener otros comercios y en la licitación se asignan los listados de las universidades a las dos empresas. En la página dice cuáles son los comercios que ofrecen el beneficio, es información que está disponible”, dijo Lorena Chandía, encargada de beca BAES de Edenred, quien agregó que el problema debió ser un tema puntual y de implementación, pues toda la cadena de supermercados Unimarc y Santa Isabel tiene convenio con su empresa.

Además quedaron fuera todos los lugares que no tuvieran su resolución sanitaria al día, que consiste en la autorización de la Secretaría Regional Ministerial de Salud que certifica el funcionamiento correcto de la elaboración, mantención y distribución de alimentos, medida que incluyó incluso a casinos institucionales.

“Nosotros reducimos la cobertura intencionalmente a un 60%. Teníamos una exagerada oferta para la demanda que tenían los alumnos y decidimos concentrarnos en los lugares donde efectivamente se ofrecía servicios de canje en alimentación, que según el estudio que hicimos durante dos meses coinciden con los lugares donde más canje realizaban los alumnos, así también evitamos que el alumno terminara cambiado el vale por cualquier cosa“, explicó Lorena Osorio, Jefa del Programa de Alimentación de Junaeb.

No sólo se aseguró la cantidad de lugares habilitados con el sistema, sino su distribución. A través de mapas se determinó según los alumnos el número necesario de lugares para poder abastecerlos, aunque hubo lugares a los cuales no se pudo llegar porque los alrededores de la institución no tienen locales de este tipo, por ejemplo, la sede de Medicina Veterinaria de la Universidad Mayor, ubicada en Huechuraba.

Aunque los supermercados no ofrecen menús de alimentación saludable, cerca del 30% del consumo se hace en estos locales. Otra de las quejas estudiantiles es la limitación del beneficio sólo a productos alimenticios. “Muchos alumnos nos decían que compraban otras cosas, como el detergente. Entendemos que lo necesiten, pero es una beca de alimentación y no pueden comprar con ella este tipo de productos. De hecho, Una vez tuvimos un problema con un alumno que reclamó porque no lo dejaron comprar una leche. Pero al averiguar, quería comprar Nan, leche para el hijo. Razonablemente no era un producto alimenticio para el estudiante”, dijo el Director Nacional de la capital de Junaeb.

Con respecto a los puntos de canje que fueron sancionados, denunciados o sorprendidos faltando al contrato y vendiendo productos prohibidos, se estudió cada caso, analizando las propuestas que tienen los locales para controlar el servicio y el compromiso que asumen con él. Situación que Junaeb y los operadores fiscalizan formalmente y a través del cliente incógnito, donde intentan que un alumno compre lo que no debe. En caso de ser sorprendido en esta falta se amonesta el local y si se repite se estudia su expulsión del convenio de manera paulatina, pues se considera el ingreso de una nueva cadena para no dejar al resto de los alumnos que compran en el local sin el punto de canje.

“Hemos tenido pocas desafiliaciones, ha bajado mucho el mal uso de la tarjeta y los reclamos. Estamos en permanente control. El sistema del cliente incógnito se hacía antes, pero no de manera tan intensa. Ahora lo haremos varias veces al año e identificando los comercios riesgosos”, dijo Lorena Chandía de Edenred.

Pero no todo son quejas, la tarjeta tiene varias ventajas. Se acabaron las filas de los primeros días para retirar los cheques. Las instituciones educacionales sólo deberán entregar una vez la tarjeta, pues ésta se cargará mensualmente de manera automática. El primer día de cada mes, sin importar si es domingo, el alumno contará con el subsidio. Y aunque se mantiene un monto mínimo de $1.300, ya no tendrá que gastar cifras cerradas como exigía el sistema anterior. Por ejemplo, si la compra era de $2.400 el alumno tenía dos opciones, compraba algo más por el precio exacto o perdía la diferencia pues en escasos locales la devolvían. La tarjeta le permite al estudiante hacer transacciones por el monto que quiera y dependerá del local si acepta que pague alguna diferencia en efectivo. Además, la carga mensual dura 35 días, por lo cual el alumno tendrá cinco días extra para gastar la diferencia incluso si es menor al monto mínimo, pues se acumulará con la nueva carga.

Por último, la tarjeta le da más seguridad al alumno, no sólo porque funciona con una clave elegida por él al activarla, sino porque en caso de pérdida puede bloquearla y recuperar el saldo que tenía en ella. “Me gustó el cambio, es más cómodo. Al principio me sentía inseguro pues pensaba que no todos los lugares iban a tener la tarjeta, pero de a poco está teniendo la cobertura de los mismos lugares que antes aceptaban los cheques restaurant”, dijo Francesco Vial, estudiante de ingenería de la Universidad de Chile.

También los comerciantes se ven beneficiados con el sistema. Aunque deben costear la máquina necesaria, ya no deben juntar los cheques, enviarlos y esperar 60 días como mínimo para su pago. La cuenta se hace automáticamente y pueden recibir el dinero incluso semanalmente. Pero no todos los trabajadores están conformes. En el McDonnals del Patio Centro, hay tres cajas y sólo una Multicaja de Junaeb. “No podemos tomar otro pedido mientras no terminemos con el anterior. Es muy engorroso porque tenemos que interrumpirnos. En el local queremos aumentar los validadores porque actualmente atrasa todo nuestro sistema de comida rápida”, dijo Susan Donoso, encargada de área de McDonal’s.

La implementación en el resto del país permitió que la tarjeta llegara de mejor manera a la Región Metropolitana, incluso mejor de lo que esperaba el personal de Junaeb y Endered, aunque no sin fallas. A un mes de la inserción de la tarjeta BAES en la Región Metropolitana, en septiembre nuevamente se pone a prueba con los nuevos beneficiados del Crédito Aval del Estado que supone el ingreso de unos 15 mil alumnos a los cuales podría complementar esta beca.

Junaeb espera hacer más modificaciones al sistema, aspira en un futuro no muy lejano integrar todos los beneficios que pueda tener el alumno, como la Beca de Mantención que considera la entrega de dinero mensual e incluso la Tarjeta Nacional Estudiantil (TNE), más conocida como pase escolar, en una única tarjeta.

domingo, 8 de agosto de 2010

Entrevista a José Luis Guridi, director de "Mitos y leyendas, la nueva alianza"


“Hay que encontrar la fórmula para realizar una película y no morir en el intento”


La película, basada en las cartas que tienen más de 400 mil jugadores activos, se repuso a la quiebra de Salo.

Después de posponer su estreno más de tres veces, este jueves 12 de agosto llegará a las salas chilenas de cine “Mitos y leyendas: La nueva alianza”. La primera película de José Luis Guridi cuenta la historia de Martín (Christian Seve), un fanático del juego de cartas que descubrirá un símbolo oculto en ellas, el cual abre un portal que comunica con el mundo de los Dioses. Sofía (Paulette Seve) será atrapada por Cronos, el Dios del Tiempo. Para rescatarla, Martín reclutará a sus amigos y conseguirá aliados de otras dimensiones.

Sin saberlo, hemos conocido el trabajo de José Luis Guridi hace más de diez años. Aparece constantemente en las secuencias más repetidas de la televisión, los comerciales. Y aunque nuevamente no será el rostro de esta historia, su nombre se hará conocido, especialmente entre los más jóvenes, público al que se dirige principalmente la película chilena.

- ¿Por qué llegó al cine con “Mitos y Leyendas” (“MyL”)?

- Porque no pude hacerlo con otra (sonríe). “MyL” era un producto asociado a Salo y la empresa hace tiempo quería producir la cinta. Habíamos trabajado juntos más de diez años creando los comerciales del juego y yo tenía la fórmula para hacerlos con bajo presupuesto y muy buenos resultados. Así que cuando me sentí preparado dije “hagámoslo”.

Guridi estudió la carrera que encontró más parecida al cine, pensando en sacar la mención de cine publicitario que la carrera de publicidad finalmente cerró. “Me aburrí de la publicidad y ella se aburrió de mí también”, dijo Guridi explicando su nuevo camino en el cine.


- ¿Cómo solucionó el financiamiento de “MyL”?

- Al principio era una sociedad entre Salo y yo, con la quiebra asumí todos los costos incluso pagando por la marca "MyL". Con la quiebra me quedé con una película filmada, pero faltaban todos los efectos especiales. Intenté buscar socios, aunque no los encontré. Mi proyecto era muy aislado, el patito feo de las películas. Me preguntaban a qué festivales quería ir y yo pensaba ‘en el camino se verá’, sabía que no iba a ganar nada, porque es una película muy comercial, más gringa imposible. No podía rendirme. Agarré la taquilla histórica del cine chileno, me di cuenta que debía ubicarme entre la doceava o treceava película y "MyL" tiene 400 mil jugadores activos y otros 400 mil más retirados, asi que me dije que no me iba a ir mal. Hoy gracias a la compra que TVN hizo de la película y a la participación de una distribuidora que se interesó, la cinta está pagada en un 90% y el resto espero cubrirlo con la taquilla.

- El estreno de “MyL” pospuso más de tres veces, ¿influyó la situación económica de Salo en esto?

- Sí, en todas las demoras, excepto la última que fue por el terremoto. Quería estrenar en octubre del año pasado, pero la empresa pretendía asociar la película a varios productos en el inicio de clases. Cuando Salo quebró, la cinta tomó decisiones propias y programamos el estreno para mayo. Con el terremoto se aplazó casi tres meses más.

- Inicialmente para el 5 de agosto, ahora para el 12. ¿Por qué debemos esperar una semana más?

- Esa misma pregunta me hago yo, ¡por qué se postergó! Es decisión del distribuidor, no mía. Se estrenaba “Como perros y gatos 2” y nosotros tenemos menos capacidad de gritar que estamos en cartelera.


- ¿Cree que la película responderá a las expectativas de los fanáticos?

- No. Hay que creerse el cuento, sin tener falsas expectativas. Cuando hay fanatismo es inevitable criticar. Lo importante es que los fanáticos la vayan a ver, por último para que la destrocen.

- A pocos días del estreno de “MyL”, ¿qué sientes al pensar que podrás verla en los cines?

- Un mezcla de todo. Mucha satisfacción porque es el final de un proceso largo y difícil, la quiebra fue muy estresante. Cansancio, porque han sido dos años sin parar. Yo tenía otra cara, esta no es la mía. Y también ansiedad por saber qué reacción va a generar en la gente. Es mi primera película, son muchas primeras veces.


- En la cinta utiliza match moving, una técnica de efectos visuales que permite grabar sin fondo e insertar las imágenes por computador. ¿Cómo fue trabajar con ella?

- Aunque la prensa dice que es la primera película chilena en usar match moving, realmente tenemos sólo dos tomas con esta técnica. Por el tiempo que tardamos en hacer la película quedó obsoleta y usamos otra.

- ¿De qué se trata esa técnica?

- Digitalizas los personajes y los metes en un universo fantástico, el mundo 3D.

- En una entrevista realizada por Rankingmarcial.cl, Marko Zaror (actor que interpreta a Miramoto, un guerrero que ayudará en el rescate de Sofía) dijo que se utilizó mucha improvisación en las peleas, ¿cuál es su rol como director en este tipo de trabajo?

- No soy un técnico en la patada, pero Marko sí. Juntos definimos los momentos según la trama, él decidió qué patada hacer y coreografió al elenco con el que grabábamos.

En una charla realizada la semana pasada en la escuela de creativos Brother José Luis Guridi habló sobre la estrategia que diseñó, debía ser una película que no fuera muy infantil ni tan dirigida al fanático para llevar a tres espectadores en vez de uno: el hijo, el papá y el fanático. También explicó algunos trucos que usó en la película para no lidiar con la mezcla entre las imágenes 3D y la realidad. Por ejemplo, filmando las imágenes a ras de suelo de manera que nunca se vea a los personajes pisar, ahorrándose así problemas de profundidad y con las sombras. “El ideal es no mostrar las cosas, como Steven Spielberg y el tiburón. Era más fácil y quedaba mejor imaginarlo que verlo”, agregó.

José Luis Guridi durante el rodaje de la película,

los actores en escena son Sebastián Lobos (Vicho), Trinidad Cortina (Maite) y Sebastián Badilla (Gordon).

Foto extraída de Cinepremiere


- También dirigió “El limpiapiscinas”, película de Sebastián Badilla que se estrena el verano próximo año y que cuenta la historia de un joven que por problemas económicos se ve obligado a trabajar para continuar sus estudios y termina como el limpiapiscinas de una ex compañera. ¿Cuál es la diferencia de trabajar con un guión escrito por otro?

- En mi caso fue exactamente lo mismo. Participé en los dos guiones, escribiendo con Bárbara Larenas para “MyL” y modificando el de Badilla. Creo que el ritmo, la credibilidad de la historia y las actuaciones recaen en el poder de decisión del director, porque muchas cosas funcionan en el papel pero no en la práctica.

- ¿Cómo dio el salto a la pantalla grande?

- Primero tuve que sentirme maduro. Uno espera tener cierta experiencia para hacer cine, algo bastante más complejo que los comerciales. Hay que encontrar la fórmula para realizar una película y no morir en el intento. Se requieren inversiones altísimas y sabía que para lo quería hacer no iba a encontrar financiamiento en los típicos fondos concursables.


- ¿Cómo es el cine al que se refiere?

- Es más transversal y comercial. Creo que en los últimos años el cine chileno ha sido bastante selectivo. A nuestras películas les va el descueve en los festivales, pero la gente no va a verlas. Pareciera que son lentas, fomes y están siempre pegadas en los mismos temas.


- ¿Qué cree que le falta al cine chileno para que salga del formato de festivales y sea más comercial?

- Pensar más en los espectadores y que la película sea más entretenida. No creo que el cine chileno sea malo, sólo se ha orientado a ese mercado. No es una carencia, sino una tendencia.


- Entonces, ¿qué debe tener una película para que sea entretenida?

- En el fondo hay que basarse en un formato más comercial y armar el guión bajo una estructura que esté probada, aunque eso no garantiza que la película gustará. Y probar nuevos géneros, algo como “Mitos y Leyendas” que no se había intentado en nuestro país.


- ¿Planea algún nuevo proyecto?

- La verdad es que “MyL” es mi segundo proyecto. El primero no pude financiarlo porque era un guión demasiado loco y ahora lo estoy puliendo. Es una historia de amor en el tiempo, pero no dentro de una sino muchas vidas. Me gustaría tomarme vacaciones, comenzar con el casting en marzo y filmar en la primavera del próximo año pero sin trabajar con fechas impuestas. A veces, los proyectos también necesitan tomarse un tiempo para madurar y siento que ahora puedo darme el lujo de hacerlo.






Entrevista publicada en Rotativo.cl