lunes, 17 de octubre de 2011
Marcha de "Queremos ser padres"
viernes, 7 de octubre de 2011
Oficio Nochero
lunes, 3 de octubre de 2011
Plan Salvemos el año
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Los piquetes, el otro punto de vista de las manifestaciones
lunes, 26 de septiembre de 2011
Marcha de Providencia contra dichos de Cristián Labbé
martes, 13 de septiembre de 2011
Rastreando los últimos pasos del avión CASA C-212, entrevista a Santiago Figueroa, ex piloto experto de Robinson Crusoe
Por Margot Anacona
Después de preocuparse por la búsqueda de posibles sobrevivientes y la identificación de los cuerpos el énfasis está puesto en la investigación. Santiago Figueroa era dueño y piloto de Transportes Aéreos Robinson Crusoe, agencia en la que realizó alrededor de tres mil vuelos en sus cuarenta años volando a la isla. Desde su experiencia describe los viajes como tranquilos, porque sobre mar no hay irregularidades que enfrentar ni se generan turbulencias, los vientos sólo pueden retrasar o favorecer un vuelo que tarda entre dos y tres horas. “Yo me siento más seguro volando a la isla que atravesando Santiago en auto. Los problemas empiezan cuando uno llega allá”, dice.
La pista de aterrizaje de poco más de mil metros conocida por los isleños como “La Punta” está en una meseta que comienza y termina en acantilados donde vientos que en el continente no causan mayores problemas, en este lugar podrían provocar complicaciones en la llegada.
- ¿Cuáles son las condiciones de aterrizaje en el aeródromo de la isla?
Se disminuye la velocidad para aterrizar, especialmente en una pista que no es muy larga. Las ruedas conocidas como tren de aterrizaje se bajan y se despliegan unas superficies de las alas llamadas flaps para darle mayor sustentación al avión. Son los minutos en los que está más desprotegido pues a mayor velocidad, obedece mejor a los mandos. En caso contrario, se pone flojo y no responde hasta el punto en que baja demasiado traspasando la velocidad mínima de control. Cuando los vientos del lado oeste atravesaron la pista, atacaron a la piloto en su momento más vulnerable.
- Desde su experiencia, ¿qué cree que ocurrió realmente?

Para determinarlo hay que esperar la investigación porque lo definitivo lo dirá el fiscal de aviación. Planteo mi hipótesis sin menospreciar la pericia de la piloto porque podría haberle sucedido a cualquiera.
- Entonces, ¿usted no cree que la experiencia sea un factor importante en el accidente?
Sí, pero no cualquier tipo de experiencia. Es posible un desconocimiento particular sobre los vientos racheados que encuentras a veces en la isla con variaciones de intensidad y de dirección. Hay momentos en que desaparecen pero en fracciones de segundos vuelven a llegar con una intensidad tremenda, nunca son fijos.
- ¿Cómo afectan las rachas en el aterrizaje?
Supongamos que llegan ráfagas de aire de la mitad de la velocidad a la que se vuela y que se suman a la del avión. Pero al cortarse la racha lo deja a un nivel bajo el mínimo de control. Aunque el piloto lo intente, no le obedecerá y la pérdida de la velocidad lo transforma en un auto sin aerodinámica que no vuela y se cae. En el segundo intento de aterrizar que realizó la piloto hizo un viraje con lo que perdió más sustentación. Un conocedor del tema seguramente no habría girado, se hubiese mantenido sin montar hasta recuperar velocidad para defenderse del viento racheado y subir las alas. Pero ella ascendió, viró y se fue hacia abajo. La piloto no podía regresar porque no tenía autonomía para hacerlo. Los aviones comerciales que vuelan a la isla por disposición de la Dirección de Aeronáutica tienen la obligación de tener combustible para ir, volver y 45 minutos más de reserva. Si yo no puedo aterrizar y me veo en aprietos, simplemente vuelvo al continente. Pero ella no tenía otra opción. Debía conseguirlo sí o sí.
- Considerando que en la planificación del vuelo la única alternativa en casos de emergencia es regresar al continente porque no hay otra pista cerca, ¿no le parece un descuido o un error viajar en esas condiciones?
La Fuerza Aérea no opera con los mismos criterios que la aviación comercial porque tienen misiones diferentes. A mí no me corresponde criticar, no sé si con lo ocurrido querrán cambiar algunas condiciones, pero no estaban cometiendo ninguna irregularidad. El desastre se debió a una serie de situaciones muy críticas y a no tener la cantidad suficiente de combustible para ir y volver.
- Pero la falta de combustible no es un “problema” porque es un avión militar que no se rige bajo las mismas normas. Pero si hubiese tenido más combustible, volver hubiese sido una alternativa mejor, ¿o no?
Por eso los aviones comerciales deben cumplir con ciertas obligaciones. Seguramente la piloto sabía que no tenía combustible suficiente para regresar. Debe haber sido una carga terrible porque tenía que aterrizar en pésimas condiciones sabiendo que las posibilidades de lograrlo eran remotas y para poder pensar bien es necesario no tener esa carga emocional. No porque haya sido mujer, le pudo pasar incluso a un piloto con mayor experiencia.
- ¿Estas condiciones climáticas no se pueden prever?
Sí, es posible. Por lo menos en parte. Yo ignoro, para ser sincero, cuál fue el tiempo que le dieron a ella antes de despegar y si era el mismo con el que se encontró.
En los cuarenta años que Santiago voló a la isla sólo no se devolvió más de seis veces al continente sin poder aterrizar. Aunque en varias oportunidades se quedó en Santiago esperando hasta mediodía o cancelando los vuelos, nunca él ni ningún pasajero salió accidentado en el aterrizaje. El tiempo no le jugó una mala pasada porque él prefería asegurarse y además de consultar con las mediciones tradicionales conversaba con baquedanos, personajes nacidos en la isla y conocedores de su clima.
lunes, 5 de septiembre de 2011
Buenos Días a Todos sin Felipe Camiroaga
martes, 30 de agosto de 2011
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martes, 5 de julio de 2011
Perfil de Juan Pablo Izquierdo
martes, 21 de junio de 2011
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lunes, 13 de junio de 2011
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domingo, 12 de junio de 2011
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miércoles, 25 de mayo de 2011
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lunes, 16 de mayo de 2011
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martes, 3 de mayo de 2011
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domingo, 24 de abril de 2011
Perfil de Rodrigo Díaz
Rodrigo Díaz se exige hasta reventar
Aunque lo intenta, no puede ocultarlo. Los que lo rodean ya se han dado cuenta que detrás del amable joven que conquistó las pantallas de televisión en Rojo, hay un hombre ansioso, estricto y enojón.
Por Margot Anacona
Rafael Araneda se pasea por el estudio como si hablara solo. El productor de Fiebre de Baile (FdB) anuncia que faltan diez minutos para salir al aire. Detrás del escenario se asoma Rodrigo Díaz ensayando la coreografía de chachachá con su bailarina Bárbara Moscoso. La repiten varias veces. “¡Cinco minutos!”, grita nuevamente el sujeto. Rafael bromea con un camarógrafo, Bárbara baja las escaleras y espera en silencio mirando al público mientras Díaz repasa solo. Él la llama para insistir en algunos pasos y asiente como si estuviera recordándolos. No queda más tiempo para ensayar y el Rafa los presenta.
Rodrigo comenzó a bailar a los ocho años en un grupo de folclore organizado por Unilever Chile, empresa donde trabajaba su abuelo. Al principio era torpe y le costaban los movimientos. “Con mirar a un joven sé si tiene dedos para el piano en la expresión artística. Lo vi en él y por eso lo invité a Tierra Chilena”, dijo Sergio Rodríguez, director general del conjunto en el que estuvo durante casi diez años.
El animador de público de FdB alza las manos para que aplaudan. Pero la gente no necesita instrucciones, la noche recién comienza y el entusiasmo nace naturalmente. Corean el nombre de Rodrigo por iniciativa propia, olvidándose de esconder las copas plásticas del aperitivo que ofrece la producción y de arreglarse por si la cámara los muestra en pantalla.
Aunque su trayectoria en televisión comenzó a los dieciséis años en Extrajóvenes, el público se encariñó con él en Rojo fama contrafama (2002). Los cinco finalistas formaron el staff del programa, pero Rodrigo quería más. Cuando ya no le quedaban esperanzas, le pidió fuerzas al cielo y el jurado lo eligió casi unánimemente como ganador, dejando a Pablo Vargas, el amigo que él mismo había llevado al programa, amurrado y con ganas de dejar el estudio. Consiguió el viaje a Miami para especializarse en tap, ballet, canto y actuación en MDA Studios, academia de Maitén Montenegro. Para él era como flotar en una nube sin poder aterrizar. Nunca más ha vuelto a sentirse así. Representó a Chile en una competencia internacional y participó en castings, uno de ellos para bailar con Jennifer López y Paulina Rubio.
“Nada es en vano, me vaya bien o mal igual aprenderé”, dijo a TV Grama antes de viajar. Se fue con una maleta y volvió con una extra llena de regalos. Pero no fue lo único que trajo, el mismo año concretó su idea de crear una academia de baile. Como un premio extra, mantiene varias relaciones que nacieron en Rojo. “Somos amigos y nos apoyamos en todo, ahora estoy con él en la reinauguración de su escuela. Nos conocemos hace tanto que el cariño es familiar”, dijo Yamna Lobos.
Aunque no le gusta que le digan jefe, no carece de autoridad y le carga la irresponsabilidad. “Soy exigente con mi equipo. Tengo carácter fuerte, golpeo la mesa para tomar decisiones, alzo la voz y muchas veces grito. Cuando no hacen las cosas bien o como les he dicho, me enojo y soy pesaito’”, reconoció. Los profesores deben preparar sus clases, ser puntuales y tratar bien a sus alumnos. “Antes me iba cuando terminaba mi trabajo. Él me enseñó a saludar, conversar y mostrar interés por la gente”, dijo César Moreno, profesor de zumba de la academia.
Rodrigo agradece el apoyo del público de FdB. Termina con aplausos pero se retira molesto del escenario. Busca a sus amigas y al mismo lugar que antes dirigió insistentes besos sólo dedica una mirada triste estirando los labios en forma de puchero. “Es explosivo cuando hay una injusticia o algo se le escapa de las manos”, dijo Sergio Rodríguez, director del conjunto folclórico donde se formó. En la presentación, el bailarín se quedó tres veces en blanco, miró a Bárbara esperando que le soplara mentalmente. “Es super aplicado, detallista y autoexigente. Se preocupa, ensaya el máximo posible y se aprende los pasos antes de hacerlos”, dijo la bailarina. Pero la memoria de Rodrigo es más frágil de lo que aparenta. Siempre le pide a Dios que lo ayude a interpretar y recordar lo que ensayó. Necesita su agenda donde tiene todo anotado y subrayado. Es ansioso, atarantado, olvidadizo. Sabía que no había ensayado lo suficiente y salió enojado, desilusionado, casi al borde del llanto. “Cuando me estreso me pongo sensible y todo me afecta. Siento como si tuviera lágrimas atoradas en la garganta”, agregó.
A Rodrigo le gustaría expandir sus academias al resto del país y animar un programa de televisión. No sabe si casarse pero quiere ser padre. Han pasado casi tres años desde que su ex, la modelo peruana Carolina Mendiola, perdió su hijo de tres meses y todavía le afecta. No lo dice, pero se nota en su rostro, se pone serio y su postura se tensa. “Sólo con la ayuda de Dios pude enfrentar esta pérdida”, dijo. Él es la fuente de la que se nutre a diario y la clave de sus triunfos. La cábala antes bailar siempre es orar.
Cuando Iván Cabrera, el Potro, escuchó que era el ganador de la temporada anterior de FdB, comenzó inmediatamente a celebrar. Se llevó las manos a la cara para cubrir su asombro y Rodrigo comenzó a aplaudir mientras lo miraba con la boca abierta y se acercaba a abrazarlo. Pero el festejo duró poco. Julián Elfenbein lo interrumpió anunciando un error y la notario María Gloria Acharán explicó que transcribieron los porcentajes al revés. “El éxito de Rodrigo es un arma de doble filo. El año pasado fue jurado de Talento Chileno, es un rostro que pone nota y tiene una doble responsabilidad. Participar en esta temporada de FdB implica que tiene que ganar”, dijo Darwin Ruz, bailarín del programa. Rodrigo ya se había dado por vencido pero se llevó la grata sorpresa de arrebatarle a Iván el supuesto triunfo de las manos, literalmente. El 65,9% del público había votado por él y a esas alturas sólo sonreía alzando la copa al cielo, ya no le importaba haber saboreado la derrota, sólo quería agradecer a su bailarina, a los coreógrafos, a la gente, a su familia, a Dios.
