jueves, 14 de octubre de 2010

Perfil Sebastián Badilla




-Hace tiempo quería conocerlos. La verdad es que Ortiz está bien complicado este año. No está nada de bien -dice un director de colegio que conversa en un patio con los padres del alumno Andrés Ortiz-. Mucho cine parece.


-Andrés, escucha, es lo mismo que te digo yo -dice la mujer con el ceño fruncido. El gordo estudiante de lentes negros los mira con atención agachando un poco la cabeza.

-Y está en situación de repitencia por el cine -agrega firmemente el director, el personaje interpretado por Felipe Avello se burla del alumno durante todo el cortometraje “Repitente” por su físico y su gran pasión-. A todos nos gusta el cine, está bien como una actividad paralelas pero él lo está tomando como una profesión cuando esto es un hobbies, esto es un hobbies que se ha transformado en una obsesión.


“Repitente” es la historia de Diego Ortiz, un alumno que está a punto de repetir por tercera vez en un establecimiento cuyo nombre es encubierto con un pitido pero que termina claramente con “de Ercilla”. Al principio, el cortometraje advierte que está basado en hechos reales pero finaliza asegurando que cualquier semejanza con la realidad no es más que mera coincidencia. Aunque no lo es. Ortiz es el reflejo exagerado de la experiencia propia de Sebastián Badilla, más conocido como Sebadilla, un joven cineasta, director, actor y productor.

Este cortometraje es el trabajo que más lo identifica, según su hermano Gonzalo. “Yo creo que al Seba lo marcó haber repetido en el colegio. Y por lo mismo, escribió una historia para ‘vengarse’ de cierta manera”, agregó el estudiante de publicidad. Y aunque dicen que la venganza nunca es buena, ésta tuvo sabor a éxito. A sus 16 años y sin esperarlo, el cortometraje llegó al Festival de Cannes, para participar en la muestra Short Film Corner 2008, donde productores y distribuidores sacan ideas para realizar obras mayores. El Cine Arte Alameda, donde Badilla ha estrenado varios de sus trabajos, y su productora Gitano Films apoyaron la exhibición del cortometraje. Ese año fueron sólo dos cintas chilenas las que participaron en el festival, la obra de Badilla y “Pejesapo”. “Yo no estuve en la selección oficial, pero fue muy bonito que algo en la vida me dijera que ese era mi camino. Fue lo que motivó a mis padres a no golpearme por mucho tiempo por haber repetido de curso”, dijo Sebastián Badilla. Aunque según su hermano, en ese momento él no tenía muy claro que quería dedicarse en serio al cine. Así que sus padres, ambos empresarios, no tomaron muy bien la repitencia pues lo habían intentado todo, incluso ponerle profesores particulares en todos los ramos con los cuales Sebastián debía pasar tardes de tortuoso estudio. A él nunca le gustó el colegio y académicamente no le iba bien, a diferencia de sus hermanos mayores Gonzalo y Macarena, por lo cual sus padres presentían que su desinterés en los estudios lo harían desempeñarse en una carrera poco convencional.

El colegio marcó a Sebastián y su relación con las mujeres porque estudiaba en un establecimiento marista sólo para hombres, el Instituto Alonso de Ercilla. Con un gran rechazo, siempre sintió que no pertenecía a la sociedad en sí, que era un bichito raro y sin pretenderlo se volvió menos sociable, aunque reconoce que eso le ha permitido dedicarse completamente al trabajo. “El Alonso de Ercilla era muy penca porque si no quieres ser abogado, ingeniero o médico te hacen la vida imposible. Todo era muy cuadrado. Yo rompía el esquema. El gordido, pálido, de lentes que no juega a la pelota y que quiere ser cineasta, simplemente era como pa’ matarlo”, dijo Sebastián.

Aunque le da cierta envidia, tampoco siente que era ni es parte de la juventud. Sebastián no fuma ni bebe, apenas ha ido a fiestas porque se aburre. Los viernes se acuesta a las nueve y prefiere ver una película o leer un libro. Antes de salir a carretear prefiere tomar un helado, ir al cine en la tarde y terminar temprano, porque le parece que la noche es peligrosa pero ideal para aprovechar el silencio y escribir.

Le cerró la puerta a ser un adolescente normal en su primera fiesta del colegio. Se sorprendió con la invitación y salió a comprar con su mamá una camisa nueva para ir, pero terminó decepcionado por la lucha de comida que se desató. Todos estaban tomando y a los 14 años se curaban muy fácilmente. Aunque la mayoría se ensució, a Sebastián le afectó mucho más. Quizás porque en el fondo era más sensible. A veces se dice a sí mismo qué ganas de haber vivido esas cosas, de haber pololeado, haberse graduado, de haber vivido el último día de clases o hacer una fiesta el fin de semana sin padres en la casa. Pero Sebastián cree que finalmente esto le sirvió porque toda esa envidia sana que sintió es lo que plasma en sus vídeos. Y ahora, poco queda de ese gordito que sufría en el colegio, aunque todavía la comida es su placer culpable, en especial la chatarra y los kuchen con mucha azúcar. Gracias al apoyo de sus padres, Sebastián Badilla terminó la semana pasada el cuarto medio en el centro de estudios para artistas y deportistas Athletic Study Center, colegio del que han salido Marcelo Ríos, Nicole Perrot y algunos integrantes de Kudai. El colegio creado en 1989, propone un programa de estudios flexible para que los alumnos puedan entrenar, practicar, ensayar y competir.

El joven que cumple 19 años el próximo lunes comenzó a realizar cortometrajes a los 14 años. Aunque partió como el actor más frecuente de los vídeos de Gonzalo, que solían ser versiones propias de películas de terror. Usando una cámara que pertenecía a su hermano, siguió sus pasos haciendo partícipe a toda su familia de los papeles protagónicos, aunque los primeros actores de Sebastián fueron sus figuras coleccionables y las que él mismo hacía con plastilina.

Pero la cámara de Gonzalo que era antigua y grande se echó a perder en noviembre y los padres de Sebastián le regalaron una nueva para navidad. Él decidió seguir grabando y presentó a su familia el primer cortometraje que grabó. Arriesgó la cámara y grabó a su abuela mientras se bañaba sin que ella se diera cuenta. Al ver las imágenes, la familia completa se rió, incluso su abuela. Sin embargo, después de la broma su mamá mostró su enojo, lo retó diciéndole que esas cosas no se hacían y lo obligó a borrar frente a ella el vídeo. Desde ese momento, Sebastián pensó que si no podía filmar sus perversiones tendría que contar historias para filmar las cosas divertidas que quería. Entonces tomó otro camino y descubrió que realmente le gustaba hacer, la comedia.

Ese año arrendó todas las películas posibles, en especial de terror y comedia, pues su fascinación por el cine fue despertando sus ansias por conocer y confirmar su estilo de trabajo ligado a los cortometrajes. Aunque le costó partir, Sebastián descubrió que por mucha trayectoria que tengan a los actores les gusta actuar y él podía ofrecerles trabajar en cosas más novedosas y con más libertad para improvisar. Su enganche era presentarles un buen guión y grabar en poco tiempo, así consiguió a figuras reconocidas como Fernando Larraín, Alejandra Fosalba y Fernando Godoy, entre otros. “Cuando empecé no había facebook ni twitter pero quería contactar a Eduardo Ravani de Jappening con Ja para hacer ‘Rescate Express’. Así que agarré la guía telefónica y llamé número por número hasta que lo conseguí. Entonces le dije que era un niño y que quería grabar con corto con él. Yo creo que ya no hay excusas, si uno quiere hacer algo sólo debe esforzarse un poco, no hay una fórmula secreta más que las ganas y una buena historia”, dijo Sebastián.

El autor de los cortometrajes “Sicodélica Fortuna”, “Virginidad Sangrienta”, “Repitente 2” y la serie “Avello por siempre” ha sido comparado muchas veces Nicolás López, director al que considera un cineasta consolidado que ha sido un aporte al cine chileno. “Pero siento que me comparen con él solamente porque soy gordo, uso lentes y partí chico, es como si en Estados Unidos compararan a Michael Moore con Guillermo del Toro, el primero hace documentales políticos y segundo cine fantástico”, dijo.

Escribir historias, vivirlas, armarlas y estrenarlas es una labor multifacética que disfruta a fondo Sebastián pues no puede ni quiere imaginarse dedicándose sólo a una cosa. Tampoco quiere estudiar cine, al menos no en Chile ni por cuatro años en el extranjero porque piensa que la carrera universitaria sirve más para quienes no tienen experiencia. Le gusta actuar en sus creaciones pero no es actor, a menos que le guste el personaje, como ocurrió con Gordón en “Mitos y Leyendas”. En la película basada en el juego de estrategias y cartas, el director José Luis Guridi le dio absoluta libertad para improvisar y la oportunidad para conocer un grupo con el cual terminaron formando un equipo de trabajo y lazos de amistad. “Sebadilla es muy talentoso, tiene una capacidad innata de comunicar y un magnetismo tremendo. Yo he trabajado con muchísimos actores, modelos y no modelos haciendo comerciales. He tenido una gran gama de gente para dirigir y sé que él es un gran actor. Súper responsable, metódico, mateo. Siempre se me olvida que tiene 18 años porque es muy maduro”, dijo José Luis Guridi.

Cada día Sebastián es más reconocido, en especial en las redes sociales, pero tiene pocos amigos. En general las relaciones que ha formado con personas mayores porque, según cuentan sus cercanos, él mismo es muy maduro. Pero aún conserva a un amigo del Instituto Alonso de Ercilla. Iñaki o Francois es un verdadero partner que ha acompañado desde el principio en sus ‘frikuras’. El muchacho de cejas pobladas fue el actor más frecuente de Badilla. Y hasta hoy sigue presente e incluso filmó el making off de la película. “Sebastián es súper buen amigo. Creo que le juega en contra su egocentrismo, porque tiende a pensar en él primero. Pero si alguien le pide un favor es súper entregado y responsable. Es de pocos amigos, pero los cuida bien”, dijo Tamy Palma, amiga de Sebastián.

Las personas que han trabajado con él destacan su interés, madurez y profesionalismo. Sin embargo, parece que Sebastián es bastante inseguro. Según su hermano, necesita que aprueben constantemente su trabajo y a veces le cuesta creer que van a salir adelante, en especial cuando en un día no han conseguido nada. Pero Gonzalo lo tranquiliza pues está seguro de que podrán sortear cualquier dificultad que tengan.

Como a Sebastián le gusta trabajar con gente que le caiga bien, le propuso a Guridi dirigir “El limpiapiscinas”. La cinta comenzó como un cortometraje pero al considerar la participación de reconocidos actores incluso en papeles secundarios, en plena preproducción el equipo decidió transformarla en largometraje y Sebastián se encerró un mes para alargar el guión. Ambos comparten una visión parecida y Badilla reconoce en el director la sensibilidad, la genialidad y el training que ha adquirido en veinte años trabajando en publicidad.

Aunque Sebastián ya había tenido una productora llamada Obesos Film, fue con Bufonada que se encaminó seriamente en el cine. El año pasado, le propuso a su hermano Gonzalo el proyecto y juntos formaron una productora destinada a producir y asesorar largometrajes, cortometrajes, proyectos televisivos y para internet. Ellos pensaban que la película los probaría y les daría la experiencia que necesitaban para tocar puertas que antes estaban cerradas. Sebastián escribió pensando en que la película fuera fácil de filmar, tiene cinco locaciones y son prácticamente ocho actores los que protagonizan la historia. Dennise Rosenthal encarna a Nicole, una joven de la cual el personaje de Sebastián Badilla se enamorará pero con la cual no tiene ninguna posibilidad, pues está pololeando con Justin Piege que interpreta a Felipe. “Lo demás son puros diálogos, pura comedia, situación y pura emoción”, afirma Sebastián.

Como muchas de las historias de Sebastián, “El Limpiapiscinas” es su vida. Él tiene una complicidad con los perdedores, los que nunca se quedan con la mina. Se llenó de la pena que significa ser rechazado por amor. Le gusta reflejar a los perdedores porque siente que el mundo está lleno de ellos, de los que se caen, se tropiezan, los que se conforman. “Siempre fui el nerd del curso, ser gordito te hace fácil ese papel. Y con el ganador me refiero al típico rubio que se queda con la chica de los sueños y ni se esfuerza por tenerla”, dijo Sebastián.

La película se encuentra en post producción y se espera que en marzo llegue a varios cines el estreno. “El Limpiapiscinas nos identifica a Bufonada en sí, porque el mensaje que entrega que hay que trabajar y no rendirte para cumplir tus sueños. Sin quererlo, nos identifica a los dos y la productora en sí. Puede sonar demasiado utópico, pero queremos hacer avanzar el cine, es un sueño que compartimos con Sebastián. No hablamos cabeza de pescao’, nos creemos el cuento y que de verdad vamos a llegar lejos. Tenemos una conexión donde yo creo en él y él cree en mí”, dijo Gonzalo.

Además de la película, Bufonada produjo el vídeo clip “Las horas”, de Denisse Rosenthal y esta semana se concretó la producción de “El nuevo” tras ganar los fondos del Consejo Nacional de Televisión. Esta serie de TVN también la dirige José Luis Guridi y Sebastián tiene un papel secundario.

“En el fondo siempre se dijo que en realidad la única gracia de Sebastián era ser gordo. Creo que está dando otra impresión. Ya no es que sea gordo, tenga 17 años y haga bien su trabajo. El cabro chico ya no es tan cabro chico. Él sigue haciendo cosas, continúa impresionando, le está yendo bien y yo creo que le irá mejor”, dijo Tamy Palma, amiga de Sebastián.

sábado, 2 de octubre de 2010

Implementación de la tarjeta Junaeb

“Disculpa, ¿acá se puede pagar con la tarjeta Junaeb?”, pregunta una estudiante universitaria a una cajera de un Líder. Ella extrañada le responde que no sabe qué es eso y el joven empaquetador le explica que ahora los tickets restaurant que entregaba Junaeb serán reemplazados por una tarjeta. Él saca la suya y se la muestra mientras le dice a la estudiante que puede comprar en Unimarc, Santa Isabel y Erbi, supermercados afiliados al beneficio.

A partir del primero de agosto, los alumnos de la Región Metropolitana beneficiados por la Beca de Alimentación Educación Superior (BAES) se despidieron de los tickets restaurant y recibieron una tarjeta electrónica que se carga mensualmente con $26.000. Este subsidio para la alimentación se realiza diez veces durante el año académico considerando un gasto diario de $1.300, a excepción de la Región de Magallanes, donde el monto es 1.400 pesos.

El beneficio que pertenece al Programa de Alimentación Escolar (PAE) es entregado por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) y está dirigido a los alumnos de los dos primeros quintiles que representan al 40 por ciento de la población nacional con menor ingreso per cápita del hogar, es decir, un monto igual o inferior a $90.067. Los estudiantes no postulan a este beneficio, es complementario a siete becas de arancel entregadas por el Ministerio de Educación (Mineduc) como la de Excelencia Académica, Puntaje PSU o Beca Nuevo Milenio y al Crédito Solidario o con Aval del Estado.

Los rumores sobre la supuesta llegada de una tarjeta que reemplazaría a los tickets restaurant llevaban años circulando por las instituciones de educación. Aunque el sistema se implementó como piloto el 2007 en San Felipe y el 2008 en Puerto Montt, sólo este año se extendió al resto del país. En octubre se integrarán O’Higgins, Valparaíso y Biobío, las tres regiones que faltan.

El principal incentivo para la implementación de este nuevo sistema fueron las denuncias que hicieron los medios de comunicación y los alumnos sobre el mal uso del beneficio. Pues a pesar de las prohibiciones impuestas sobre el canje de alcohol, cigarros y medicamentos se detectaron irregularidades a nivel nacional desde 2008 que exigieron un sistema de fiscalización más efectivo. La tarjeta permite saber quién está comprando qué, dónde y a qué hora. “El cambio no sólo tiene que ver con la tarjeta. El consumo de alcohol ha desperfilado el canje por alimentación alejándose del objetivo principal que es apoyar la educación superior en la alimentación sana de los alumnos”, dijo Lorena Osorio, Jefa del Programa de Alimentación de Junaeb.

Junaeb externaliza el servicio y trabaja con dos operadores: Sodexho, la pionera en el sistema de la tarjeta electrónica y Edenred, conocida hasta junio pasado como Accor Services y que cambió de nombre debido a la separación del grupo entre hostelería y servicios prepago. Estas empresas son las encargadas de entregar la tarjeta a las entidades de educación superior, hacer los convenios y fiscalizar a los puntos de canje, sean restaurant o supermercados. “Detectamos que la situación se daba porque había locales donde se vendía sólo alcohol o papas fritas. Los operadores usaban la misma red para todos sus servicios. Junaeb necesitaba la creación de una exclusiva para tener el control real de un sistema en el que no hubiera venta de alcohol y que la alimentación entregada fuera sana. Cambiar a una tarjeta no era suficiente, también debía hacerlo la orientación del programa para ayudar a la nutrición del alumno”, dijo Hernán Salgado, Director Nacional de la Región Metropolitana de Junaeb.

En el Informe de la Comisión de Salud sobre composición nutricional de los alimentos y su publicidad se destacó el importante aumento del sobrepeso y la obesidad. Ésta es la enfermedad crónica más frecuente y transversal en la población chilena. El auge de la comida rápida, concentrado en las grandes ciudades, es un factor desencadenante de la enfermedad, pues su composición nutricional -alta en grasas saturadas y baja en fibra dietética- y un alto consumo pueden favorecer el aumento excesivo de peso y el desarrollo de algunas de enfermedades crónicas no transmisibles que suelen acompañarla, como la hipertensión arterial o la diabetes mellitus tipo 2.

Junaeb exigió a los puntos de canje que ofrecieran tres menús saludables: uno casero, otro vegeteriano y para las embarazadas uno reforzado en calcio con algún aporte extra como yogurt o quesillo. Por lo cual, todos los locales que no fueran capaces de proporcionar un plato de este tipo no pueden participar en el beneficio. Esto explica que los comercios que venden solamente completos no acepten la tarjeta Junaeb. “No es para imponer a los estudiantes que coman lo que nosotros queramos, se trata de ir generando hábitos de consumo alimenticios a largo plazo”, dijo la Jefa del Programa de Alimentación de Junaeb.

No se trata del costo de la máquina de Multicaja, sino de los nuevos requisitos que tiene el sistema. Sin embargo, hay casinos que han subido su tarifa basándose en el cambio del sistema como ocurrió momentáneamente en la facultad de Ingeniería Forestal de la Universidad de Chile, Campus Antumapu. “Los primeros días se aprovecharon y subieron a 1.360 el almuerzo. Así no alcanza para los virtuales 20 días que asistes a la universidad. Aunque bajó, ahora nos imponen el menú”, dijo Juan Pablo Villegas, alumno de la institución.

Fijar el precio de los menús no es un requisito, pero Junaeb premiará acreditando a los locales cuando cumplen con los menús saludables y el precio fijado en $1.300. La Multicaja requiere un depósito inicial de $50.000 que se recupera con la comisión y cuya mantención mensual es 0,5UF ($10.677) y que permite la carga de teléfonos celulares.

Incluso locales que son reconocidos por su oferta en comida rápida se han preparado. Por ejemplo, Doggis, donde se concentra el mayor número de canjes de la capital, ahora ofrece públicamente su menú Junaeb. Sin embargo, este local es uno de los pocos que lo hacen. “El menú está disponible, pero no necesariamente promocionado porque no es una exigencia. Si el alumno lo pide y no hay, puede hacer un reclamo a través del teléfono o por mail por incumplimiento de contrato”, explicó el Director Nacional de la capital.

Además, durante los próximos meses se implementará el Programa de Atención Integral al Estudiante que considera visitas de especialistas para evaluar el estado nutricional de los becados y una intervención en las instituciones con ferias educativas que promocionen la alimentación sana y las actividades deportivas. También se harán sorteos de notebooks mensuales y premiaciones con platos de comida saludable a quienes la prefieran.

Una de las quejas más recurrentes de los alumnos ha sido justamente la evidente disminución en la cobertura del beneficio. Según las cifras oficiales de Junaeb, son 2.600 locales con cobertura en todo el país. Cada operador debe asegurar una cantidad mínima de puntos de canje. En el caso de la Región Metropolitana son alrededor de 1.100, que al sumarlos no superan los 1.500 porque muchos se repiten entre Sodexho y Endered. El problema es que cuando no es así, el alumno no puede hacer uso del beneficio y sólo al tener este problema se entera de qué empresa provee su tarjeta.

Karla Concha es alumna de Técnico en Odontología del Inacap, tiene el beneficio y está conforme con la mayoría de los cambios. A las dos semanas de recibir tu tarjeta fue a comprar al Unimarc que está en Alameda, buscó lo que quería comer y cuando quiso pagar la cajera le dijo que no podía porque en ese momento sólo tenían habilitado el sistema para Sodexho y su tarjeta es de Endered. “Creo que existe poca publicidad en los locales. En la página ves miles de lugares, pero cuando tú vas pasando a veces ni siquiera está el sticker de ticket electrónico, que es diferente a de Sodexho y al de los tickets de antes”, dijo Karla. Al respecto, se debe aclarar que son pocos los comercios en que ocurre esto. “Nosotros (Edenred) no debemos tener la misma red, Sodehxo puede tener otros comercios y en la licitación se asignan los listados de las universidades a las dos empresas. En la página dice cuáles son los comercios que ofrecen el beneficio, es información que está disponible”, dijo Lorena Chandía, encargada de beca BAES de Edenred, quien agregó que el problema debió ser un tema puntual y de implementación, pues toda la cadena de supermercados Unimarc y Santa Isabel tiene convenio con su empresa.

Además quedaron fuera todos los lugares que no tuvieran su resolución sanitaria al día, que consiste en la autorización de la Secretaría Regional Ministerial de Salud que certifica el funcionamiento correcto de la elaboración, mantención y distribución de alimentos, medida que incluyó incluso a casinos institucionales.

“Nosotros reducimos la cobertura intencionalmente a un 60%. Teníamos una exagerada oferta para la demanda que tenían los alumnos y decidimos concentrarnos en los lugares donde efectivamente se ofrecía servicios de canje en alimentación, que según el estudio que hicimos durante dos meses coinciden con los lugares donde más canje realizaban los alumnos, así también evitamos que el alumno terminara cambiado el vale por cualquier cosa“, explicó Lorena Osorio, Jefa del Programa de Alimentación de Junaeb.

No sólo se aseguró la cantidad de lugares habilitados con el sistema, sino su distribución. A través de mapas se determinó según los alumnos el número necesario de lugares para poder abastecerlos, aunque hubo lugares a los cuales no se pudo llegar porque los alrededores de la institución no tienen locales de este tipo, por ejemplo, la sede de Medicina Veterinaria de la Universidad Mayor, ubicada en Huechuraba.

Aunque los supermercados no ofrecen menús de alimentación saludable, cerca del 30% del consumo se hace en estos locales. Otra de las quejas estudiantiles es la limitación del beneficio sólo a productos alimenticios. “Muchos alumnos nos decían que compraban otras cosas, como el detergente. Entendemos que lo necesiten, pero es una beca de alimentación y no pueden comprar con ella este tipo de productos. De hecho, Una vez tuvimos un problema con un alumno que reclamó porque no lo dejaron comprar una leche. Pero al averiguar, quería comprar Nan, leche para el hijo. Razonablemente no era un producto alimenticio para el estudiante”, dijo el Director Nacional de la capital de Junaeb.

Con respecto a los puntos de canje que fueron sancionados, denunciados o sorprendidos faltando al contrato y vendiendo productos prohibidos, se estudió cada caso, analizando las propuestas que tienen los locales para controlar el servicio y el compromiso que asumen con él. Situación que Junaeb y los operadores fiscalizan formalmente y a través del cliente incógnito, donde intentan que un alumno compre lo que no debe. En caso de ser sorprendido en esta falta se amonesta el local y si se repite se estudia su expulsión del convenio de manera paulatina, pues se considera el ingreso de una nueva cadena para no dejar al resto de los alumnos que compran en el local sin el punto de canje.

“Hemos tenido pocas desafiliaciones, ha bajado mucho el mal uso de la tarjeta y los reclamos. Estamos en permanente control. El sistema del cliente incógnito se hacía antes, pero no de manera tan intensa. Ahora lo haremos varias veces al año e identificando los comercios riesgosos”, dijo Lorena Chandía de Edenred.

Pero no todo son quejas, la tarjeta tiene varias ventajas. Se acabaron las filas de los primeros días para retirar los cheques. Las instituciones educacionales sólo deberán entregar una vez la tarjeta, pues ésta se cargará mensualmente de manera automática. El primer día de cada mes, sin importar si es domingo, el alumno contará con el subsidio. Y aunque se mantiene un monto mínimo de $1.300, ya no tendrá que gastar cifras cerradas como exigía el sistema anterior. Por ejemplo, si la compra era de $2.400 el alumno tenía dos opciones, compraba algo más por el precio exacto o perdía la diferencia pues en escasos locales la devolvían. La tarjeta le permite al estudiante hacer transacciones por el monto que quiera y dependerá del local si acepta que pague alguna diferencia en efectivo. Además, la carga mensual dura 35 días, por lo cual el alumno tendrá cinco días extra para gastar la diferencia incluso si es menor al monto mínimo, pues se acumulará con la nueva carga.

Por último, la tarjeta le da más seguridad al alumno, no sólo porque funciona con una clave elegida por él al activarla, sino porque en caso de pérdida puede bloquearla y recuperar el saldo que tenía en ella. “Me gustó el cambio, es más cómodo. Al principio me sentía inseguro pues pensaba que no todos los lugares iban a tener la tarjeta, pero de a poco está teniendo la cobertura de los mismos lugares que antes aceptaban los cheques restaurant”, dijo Francesco Vial, estudiante de ingenería de la Universidad de Chile.

También los comerciantes se ven beneficiados con el sistema. Aunque deben costear la máquina necesaria, ya no deben juntar los cheques, enviarlos y esperar 60 días como mínimo para su pago. La cuenta se hace automáticamente y pueden recibir el dinero incluso semanalmente. Pero no todos los trabajadores están conformes. En el McDonnals del Patio Centro, hay tres cajas y sólo una Multicaja de Junaeb. “No podemos tomar otro pedido mientras no terminemos con el anterior. Es muy engorroso porque tenemos que interrumpirnos. En el local queremos aumentar los validadores porque actualmente atrasa todo nuestro sistema de comida rápida”, dijo Susan Donoso, encargada de área de McDonal’s.

La implementación en el resto del país permitió que la tarjeta llegara de mejor manera a la Región Metropolitana, incluso mejor de lo que esperaba el personal de Junaeb y Endered, aunque no sin fallas. A un mes de la inserción de la tarjeta BAES en la Región Metropolitana, en septiembre nuevamente se pone a prueba con los nuevos beneficiados del Crédito Aval del Estado que supone el ingreso de unos 15 mil alumnos a los cuales podría complementar esta beca.

Junaeb espera hacer más modificaciones al sistema, aspira en un futuro no muy lejano integrar todos los beneficios que pueda tener el alumno, como la Beca de Mantención que considera la entrega de dinero mensual e incluso la Tarjeta Nacional Estudiantil (TNE), más conocida como pase escolar, en una única tarjeta.